Actualización.

Este blog está tan polvoriento...
Adivinen qué, no he podido con la depresión, he tenido bajones muy a menudos esta semana, tal vez sea por el simple hecho de que no estoy haciendo nada y sólo duermo al regreso de los ensayos de banda.

En enero me corté, entre comillas, porque no salía nada de sangre, la piel me quedaba más marcada que otra cosa. La semana pasada tuve una depresión asquerosa, demasiado, y lo mejor es que nadie ni se entera ni sospecha nada, así pasasen mil veces por mi cuarto no creo que me escuchen.
Fue una tijera enorme, y sangraron. Las de las muñecas, piernas, abdomen y caderas. Mi abdomen está rojo,  pero las cicatrices de las muñecas ya se están yendo. Está bien, porque el lunes empiezo el colegio y no quiero llamar la atención, detestaría eso y podría matarme.

En fin, he vomitado hace un rato, no lo hacía hace un par de días porque la garganta me dolía; tenía las uñas largas. Respecto a mi peso, siento que he subido, y desde mañana voy a volver a la misma dieta de comer poquísimo en el día y nada por las noches. De verdad que matarme de hambre durante la cena tiene resultados muy satisfactorios.

Hablé de mi ex alguna vez por aquí, la verdad es que me da flojera revisar y poco me importa ahora. Ayer salí en grupo con unos amigos, pareja doble se podría decir. A él lo conozco desde hace tiempo, sólo que hablábamos poco relativamente. Siempre me atrajo, sólo que estaba templada del otro idiota y bueno, en fin. No sé si me gusta, pero me parece demasiado lindo y tierno, es cariñoso y... es una ternura de chico, en serio. Oh, cierto, tiene los ojo claros y los amo. ¿Otro detalle? Es mayor. Acabó el colegio el año pasado, estudiará música. Y yo, bueno, aquí... pasando a cuarto de secundaria.
Mis amigas me han dicho que son sólo dos años, además no importa, pero no creo que pase nada, la verdad; digo, hay chicas mucho mejores que yo y que  lo pueden tratar mejor. Si le gusto, a buena hora, me derretiré, pero no pasará nada de todas formas.