No todo lo normal es tan bueno como lo pintan, la mejor arma es saber medirse en lo realista. Carpe diem!

jueves, 27 de septiembre de 2012

Carta a mi hermana.

El tiempo se ha pasado volando demasiado rápido, ¿verdad?. Hace unos meses estábamos en quinto de primaria y nos empezamos a hablar, ahora en tercero y casi ni viéndonos ciertos días. Casi siempre pienso que es mi culpa que nos hayamos distanciado taaanto por 'x' motivos, pero realmente sé que ha sido el destino el que eligió esta fase para nosotras. Tal vez para hacerme comprobar a mí que no puedo vivir bien sin ti (sonará lésbico, lo lamento tanto) y es verdad. He conocido otras amistades a las que nombré mejores amigas, a las que quiero mucho, tal vez porque me sentía sola cuando no estabas, o tenían que serlo, o qué sabré yo; no sé si suene lambiscón y gorrón, pero si nombraría a una amiga que me ha acompañado en gran parte de mi vida es a ti. Me refiero a una verdadera amiga, porque he conocido a más chicas mucho más tiempo pero digamos que entre ellas y yo tan sólo hubo compañerismo y un poquito más.
Hay pocas cosas que recuerde yo que no te he contado. pero sé que si te cuento esta parte que viví por meses me mirarás diferente, tal vez poco o demasiado. Confío en que de cualquier forma, no me vas a apartar de un empujón.

Mia, mia, mia, mia. ¿Es con tilde? Nunca me tomé la molestia de averiguarlo, pero me acompañó exactamente desde el 24 de diciembre, vísperas navideñas. Estaba muy deprimida creo, no me acuerdo mucho, pero era por el tema de que me sentía desolada; teniendo tanta gente a mi alrededor. No sé, me sentía aislada. Me traumé demasiado con eso, creé un blog, tomé fotografías (no de mi, sólo significativas) y me metí a Internet. Bajé de peso, me dijeron que sí se notó, y ese Diciembre se lo conté a mi hermano, aunque ahora que lo pienso sé que no debí. ¿Por qué? Tan sólo me dijo "Sabes que eso te hace mal, deja de hacerlo ¿sí?" Seguro se te hace conocido, no sé porqué presiento que en algún momento salió de mi boca cuando tú estabas en esa etapa. Tal vez es una etapa más qué agregar a la adolescencia.
En fin, supongo que habrá olvidado el tema. He dejado de vomitar desde hace muchos meses, lo he vuelto a intentar siendo sincera, porque no te quiero ocultar nada aquí, pero nada llegó a salir. Es que para hacerlo tenía que sentirme deprimida, ya no me sentía así de desolada, aunque a veces habré llegado a devolver un poco.
Ya. No sé con que más seguir. Me ha dolido mucho el distanciamiento que hemos tenido este año, y el año pasado, me encantaría tanto volver a lo de antes, en quinto o sexto, cuando caminábamos por el patio de primaria y hablábamos en vez de corretear. Mira, no quiero que te olvides nunca de esto, jamás vayas a pensar que has dejado de ser mi mejor amiga, hermana mejor dicho, en algún momento; desde quinto lo eres y lo seguirás siendo hasta que ambas decidamos ponerle fin a esta amistad con una conversación previa. A ninguna amiga más le he contado esto de mi hermanastro (suena horrible) , de Mia y cosas íntimas, porque son hechos que duelen y pienso que son propiedad privada, es mi decisión haberlo compartido contigo porque... no sé, en serio, quería hacerlo porque confío en ti.
Tengo una mascarilla ahora y se me está endureciendo, ¡me he pasado los 15 minutos! Esta carta la he escrito luego de mi ducha, cuando tuvimos nuestra última conversación por teléfono.
Seguro no nos podremos ver mucho en el colegio por los grupos de amigas distintos, salones y actividades, pero una monja dijo que una verdadera amiga no estará contigo siempre por 'x' motivos,  aunque si lo es, seguro va a estarlo en los momentos críticos y esos.
Tengo la esperanza de que las cosas cambiarán poco a poco, escribí esto porque no quería que vivas con el miedo de que algún día te reemplace, jamás lo haré porque nadie ha vivido lo que yo he vivido contigo; y algunas son cosas secretas.
Como nuestro primer pedo juntas.

Chau, te amo mucho.

martes, 11 de septiembre de 2012

Sola, otra vez.

Nada es imposible.
Ha tomado, lo pude reconocer en su mirada apenas lo vi. Chistoso, se fue al parecer sólo porque en vez de abrir Explorer le salió Google Chrome.
Ya me di cuenta de que lo odia. No tengo idea a donde se ha ido.
Es un irresponsable de mierda.
Ahora me preocupa, pero la decepción está yendo más allá que cualquier sentimiento que guardo por mi padre. Siempre ha sido así, pero mi mamá estaba viva para parar esas actitudes que aguanto a regañadientes. Ella lo amaba entonces.
Ojalá hubiésemos vuelto a ser la familia feliz. Desde la tarde ha sido así, le hablé de  que quería ir al concierto de Juanes (mañana) y renegó de mi hermano. Luego fue a su computadora, y yo toda ingenua y emocionada le dije: "Papá, el profesor de flauta dijo que a fin de año vamos a hacer otro recital" y me respondió, a la mierda, ¿saben qué increíble respuesta me dio? "Hija, si quieres ir compra ¿ya?" traduciendo en mi idioma a un: "¿quieres ir? saca plata, cómprate lo que quieras y no jodas que estoy trabajando". Le aclaré, se rió, y no volvimos a tocar el tema. Seguro ya lo olvidó. Todo lo que hago, el único orgullo que puedo esperar es penosamente por parte mía. Mi papá tiene una memoria de mierda que sólo servía para los bendito partidos de fútbol que tenía mi hermano, ahora sólo está enfocada en las comisiones del negocio y en los partidos que pasa el canal 3. Ni si quiera tiene tiempo para las reuniones de padre en mi colegio, ¡ni si quiera tiene ganas! Aún sabiendo que si no asiste no me pueden matricular.
"Todo esta bajo control, tú tranquila" es su frase de todos los días, no sé cómo puede creer que tiene todo el tiempo del mundo. Pues no, sé perfectamente que no es así. Nadie lo tiene ni lo tendrá jamás.
A mi mamá se le acabó su tiempo cuando yo recién empezaba el mío, once años, y ahora quiero que se acabe ya. Hace un momento sentí que me quería ir, largar de ésta porquería de casa, pero no tenía con quién. Jamás volveré a tener con quién. Entonces, ¿acaso tengo opción?
Tenía planes de futuro. Tengo planes. Pero no así, no quiero estar así, sé que cuando crezca y me marche por fin de este suburbio de hogar, mi papá morirá tal vez de esa enfermedad que le da a los alcohólicos o adictos al sexo. No digo que lo sea ahorita, no es ninguno de los dos de lejos, pero sé que lo puede llegar a ser si quisiera.
Desde la semana pasada, mitad de ella, he perdido interés por la comida. Me he entretenido en las noches por la computadora, y como desayuno, en el colegio sólo tomo agua, a las 4 almuerzo y si me acuerdo, como fruta en la noche. Me había subido salvajemente, casi llegaba a los 50, pero ahora estoy en los 45 y puedo bajar 5 menos. Espero.
Es raro. No sé si es por el estrés, tal vez, pero últimamente estoy sintiendo como pinchadas, punzones en el pecho (corazón, supongo) y duele mucho. No me vengan con enamoramientos que yo, ni tengo amigos, así que no es una huevada de esas.

Bueno, no sé a donde ha ido mi padre. Mi hermano ya cerró la puerta de su cuarto y mi perrita vomitó hace un rato, mañana la llevaré al veterinario. Tengo hambre, me quema el estómago, pero a nadie y menos a mi me importa ya mi salud, ni mis logros, nada de esta porquería. Puedo matarme y dirán que me he quedado dormida. Es que a nadie le intereso, pero realmente a nadie ya.
Esta noche, más que nunca, no he tenido familia.