No todo lo normal es tan bueno como lo pintan, la mejor arma es saber medirse en lo realista. Carpe diem!

miércoles, 16 de enero de 2013

Notas II

Notas del 16.

Estamos carcomidos por el miedo a fracasar. Son pocos los que arriesgan, sabiendo aún que su situación cambiaría drásticamente luego; para bien o para mal. Ese miedo es ya casi un hábito, por eso lo vemos normal y envidiamos a los valientes que sí arriesgaron.

Yo sentí el miedo, pero no dejé de arriesgarme. Él me hizo hacerlo, con sus palabras, inseguridades, pensamientos; más no actos. "Aún, no", me decía. 
No es nada cierta aquella frase "no pierdes nada arriesgando, sólo tiempo". Perdemos tanto; podemos terminar horriblemente mal. Arriesga, quiero decir, pero tantea el terreno y anota sus datos.
Lo único asegurado y favorable que pierdes son calorías. Dulces calorías.
Vamos a poner un ejemplo de valoración de mí, para mí. Una hora después, rebusqué y no hay nada. Lo siento.
Arriesgando cambias. Sé muy bien que las personas no cambian, me lo demostró el tiempo. Con él empujé esa idea y albergué esperanzas. Dejémonos de niñerías y fantasías ahora; pisé suelo.




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Sólo pido buena ortografía :)